El ya famoso informe PISA sigue
saltando de vez en cuando a los periódicos cuando nuestros dos partidos
mayoritarios, siempre velando por el futuro del país, se arrojan sus resultados
a la cara con aquello del ¡Y tú más, vosotros sois los responsables! Mientras
tanto, los problemas se agravan, los profesores aguantamos como podemos, haciéndolo
lo mejor que sabemos o nos dejan, incluso sin haber perdido del todo la ilusión,
y la solución que se apunta es una nueva reforma, para la que parece haber
habido poco consenso. Soñemos un poco: que bueno sería que se apoyara esta vez
en el sentido común e intentara no volver a cometer los mismos errores, aunque
ya no sabes si entonar aquello de “Virgencita, que me quede como estoy...”.
Según el citado informe PISA, Finlandia
goza del mejor sistema educativo del mundo. ¿Qué tienen ellos que no tengamos
nosotros, que estamos en el puesto 26? Bueno, comprendan que este espacio del
que dispongo es limitado, pero, por abreviar: 1) Sus profesores estudian para profesores en la
Universidad, se les exige un sobresaliente de nota de entrada para poder hacer
esa carrera, que dura seis años, y se les piden tanto conocimientos científicos
y pedagógicos como capacidad de comunicación y habilidades artísticas. O sea,
2000 horas de formación de un maestro en España frente a las 6400 en Finlandia.
2) Los universitarios finlandeses de otras especialidades que quieren acceder a
la docencia deben pasar como en España una oposición, pero se les exigen 1400
horas de formación y un idioma extranjero, aquí hasta ahora han sido 130 horas
del llamado Curso de Aptitud Pedagógica y punto. 3) Los profesores finlandeses
más competentes y experimentados se encargan de los primeros cursos y no, como
suele ocurrir aquí, de los alumnos mayores, que siempre dan menos problemas. 4)
Los profesores finlandeses gozan de gran prestigio y reconocimiento social. 5)
Las leyes finlandesas hacen realmente compatibles la vida familiar y laboral,
las familias apoyan a los profesores y se implican en la educación de sus
hijos, participando en muchas de las actividades de los centros educativos. 6)
Los currículos escolares fomentan la capacidad para pensar y estudiar por
encima de la memorística, además de valores como la responsabilidad y la
disciplina. 7) El sistema educativo es bilingüe. 8) 15 alumnos por aula en
Secundaria. 9) Hay excelentes bibliotecas, emisiones de televisión en versión
original...
O sea, 0’4% de fracaso escolar en
Finlandia y un 25% en España. Y así nos va.
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